Lo que comúnmente denominamos “la ciática”, es un trastorno nervioso que se manifiesta mediante un dolor agudo en la zona baja de la espalda y las piernas, hasta la punta de los pies. Su nombre proviene del nervio Ciático y el dolor se irradia a lo largo de dicho nervio. Puede iniciarse de forma brusca, en la mayoría de los casos, o gradual, con episodios previos de dolor puramente lumbar.
El origen de este dolor, procede de una compresión mantenida en las raíces del nervio, situadas entre la 5ª vértebra lumbar y la 1ª sacra, o de una inflamación o compresión en su recorrido.
El dolor es el síntoma que capitanea este síndrome. El dolor aumenta con el esfuerzo, al defecar, estornudar, toser, etc., es decir, con todos aquellos gestos que aumentan la “presión interna”, también llamadas Maniobras de Valsalva.
Clásicamente se afirma que el dolor ciático mejora con el reposo, pero este hecho depende fundamentalmente del factor que provoca la lesión que está manteniendo la compresión. En la mayoría de los casos se asocia a la hernia de disco. En el momento actual, conocemos que no todas las ciáticas tienen este mecanismo, sino que pueden existir otras causas.
En el caso de que el cuadro doloroso sea intenso, van a tener lugar otros síntomas asociados. Hay un espasmo muscular que, actúa a modo de férula inmovilizadora, que a la vez hace que el enfermo adopte una postura relajante o des compresiva para la raíz que se encuentra comprimida.
Los episodios de ciática revierten a lo largo de 1 a 6 semanas y son tratados con analgésicos, antiinflamatorios y
reposo. Una vez superada la fase aguda es conveniente realizar ejercicios que refuercen la musculatura accesoria y que aporten elasticidad a las estructuras que acompañan el recorrido del nervio. También se obtienen resultados, utilizando terapias alternativas como la Reflexoterapia podal, el Reiki
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o el Yoga.
Consejos:
- Cuando este sentado, mantenga la espalda recta y apoyada en la silla, descanse los pies en el suelo o elévelos en un reposapiés. Evite hundirse en la silla.
- Mantenga los hombros y la cabeza alineados con el cuerpo mientras camine.
- Lleve zapatos con poco talón para reducir la tensión de la espalda.
- Cuando necesite levantar peso, utilice la fuerza de las piernas y mantenga la espalda recta, sin doblar.
- Mantenga un pie elevado sobre un soporte si ha de permanecer durante largos periodos de pie.
- No permanezca periodos muy extensos en posturas que compriman los glúteos (sentado).
- Evite llevar peso o objetos en los bolsillos traseros del pantalón, que compriman el centro del glúteo al estar sentado.
- Asegúrese de que la inyección intramuscular, en la zona glútea, la administra una persona acreditada.
- Evite la obesidad.
- En el estadio agudo de la ciática, una terapia alternativa y fácil de aplicar, es la que aporta el Reiki: túmbese boca abajo, descalzado y con ropa ligera; la persona que le aplique la técnica debe colocar una mano en la zona lumbar izquierda y la otra mano en la planta del pie; sin hacer presión, solo manteniendo el contacto, durante 10 minutos; posteriormente hacer lo mismo para el lado derecho. Dentro de esta corriente existen otras variantes.
- Realice ejercicios abdominales hipopresivos.
http://youtu.be/HGJ8YZN5hWg