Recientemente se han instalado desfibriladores en algunas paradas de metro de la ciudad de Barcelona. Esta medida resulta de un alto valor preventivo en cuanto a reducción de secuelas post infarto, ictus, accidente vascular o cualquier episodio que desencadene en fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso, es decir ritmos desfibrilables.
Pero mucha gente se preguntara que son exactamente estos aparatos, cual es su función, en qué momento hay que utilizarlos y cómo hacerlo. Es necesario conocer la respuesta a todas estas preguntas si no queremos quedarnos paralizados ante la situación de una parada cardiorespiratoria teniendo un desfibrilador al lado.
¿Qué es un desfibrilador externo automático (DEA)?
Cuando el corazón se para de repente, muy a menudo la causa es haber pasado a un ritmo desordenado no eficaz conocido con el nombre de fibrilación ventricular. Un Desfibrilador es un aparato que administra una descarga eléctrica al corazón para interrumpir la fibrilación ventricular (ritmo desordenado no efectivo) y restablecer la función cardiaca normal.
Cómo saber cuándo hay que utilizar un desfibrilador
Reconoceremos un paro cardiaco:
- Acercándonos a la persona y agitándola comprobaremos que no hay respuesta y la victima parece inconsciente
- Abriremos la vía aérea y comprobaremos que no respira o que la respiración es agónica, es decir no efectiva. (Vea, escuche y sienta).
- En el momento que detecte que la víctima no responde ni respira con normalidad, llama al 112 o 061 para pedir ayuda y localiza el desfibrilador.
Como utilizar el desfibrilador
- Pon en marcha el desfibrilador. Algunos se encienden automáticamente al abrir la tapa y otros hay que apretar el botón de “on”. Si hay más personas, mientras preparas el desfibrilador encuentra otra persona que inicie las maniobras de reanimación cardiopulmonar (explicadas en el artículo: CÓMO REALIZAR LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR).
- Retira la ropa del pecho de la victima
- Extrae los electrodos del envoltorio (los electrodos son los dos “apósitos rectangulares a través de los cuales el desfibrilador lee el ritmo cardiaco de la víctima y mediante los cuales realizará la descarga si es necesario). En la mayoría de casos, en el mismo envoltorio se indica la forma correcta de colocar los electrodos en el paciente. En cualquier caso uno de los electrodos se ha de pegar bajo la axila izquierda y el otro bajo la clavícula derecha.
En el momento que coloquemos los electrodos el aparato empieza a analizar el ritmo cardiaco, así que debes asegurarte que ni tu mismo ni ninguna otra persona toque a la víctima.
Si el aparato indica que hay que realizar una descarga tras haber analizado el ritmo: Asegúrate que nadie está tocando a la víctima y presiona el botón de descarga tal como te lo indica.
Si el aparato te indica que empieces la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar), empieza inmediatamente las compresiones torácicas (30) y las respiraciones de soporte (2)
Si en algún momento detectas que la victima empieza a respirar, detén las maniobras RCP, i deja los electrodos pegados al pecho. Si sigue inconsciente pero respira colócalo de lado.
CONSIDERACIONES IMPORTANTES
– La humedad en la zona del pecho de la victima ha de secarse rápidamente antes de pegar los electrodos
– En algunos casos el pelo excesivo en el pecho puede provocar problemas de adherencia en los electrodos. Si es posible afeitar o cortar este pelo lo haremos con la máxima rapidez, el tiempo en este caso es muy valioso.
– Retire cualquier vendaje o material pegado a la piel de la víctima, como parches con medicación. Si no se retiran pueden provocar chispas o quemaduras durante la desfibrilación
– Nos podemos encontrar con victimas que lleven implantado un marcapasos. Habitualmente son visibles bajo la piel, por debajo de la clavícula. Simplemente tienes que asegurarte que los apósitos no quedan pegados encima sino a un lado o por debajo.
– Retirar las joyas que se puedan retirar (pircings), si esto no es posible colocar los electrodos lo más lejos posible de ellas
Bibliografia: CCR Consell Català de Ressuscitació
Sonia Jimenez, IMES Enfermeras a Domicilio